domingo, 1 de junio de 2008

Alexandra Kollontai, Socialista y Feminista Rusa



Nació en San Petersburgo en 1872 en el seno de una familia acomodada y liberal. Desde muy joven se interesó por el marxismo. En 1899 se afilió al Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, tras el triunfo de la Revolución de Octubre de 1917, Kollontai fue cofundadora de la Oposición Obrera Alexandra por eso quedó marginada y perdió su influencia política. En 1923 pasó al servicio diplomático. Este exilio dorado la salvó, primero de las deportaciones que a partir de 1927 que afectaron entre otros a sus compañeros de la Oposición Obrera y a la Oposición de Izquierda y luego, en la década siguiente, la salvó de morir ejecutada cuando, uno a uno, los antiguos dirigentes bolcheviques corrieron esa suerte.

Kollontai dedicó muchos esfuerzos a la lucha por la liberación de las mujeres trabajadoras rusas. Ella creía que la nueva sociedad y la igualdad entre los sexos se conseguirían no sólo con la transformación de las bases económicas que producen las desigualdades, sino también con un cambio en las relaciones sexuales entre las personas, critica explícitamente la postura que mantiene que los problemas de amor son problemas de superestructura y que se solucionarán cuando cambie la base económica de la sociedad. Para ella, cualquier estrategia dirigida a la efectiva emancipación de las mujeres ha de partir del análisis de la situación de la mujer en la sociedad actual. Su examen de la situación de la mujer en la sociedad capitalista aborda tres ámbitos importantes: el trabajo, la familia, y, fundamentalmente, el mundo personal, de las relaciones entre los sexos, decía ella, que el trabajo asalariado es condición necesaria -aunque no suficiente- de la emancipación. Y en la sociedad capitalista esta condición no puede resolverse.

Poco a poco, las conquistas de la revolución se fueron desvaneciendo. La aparición del estalinismo significó la vuelta al papel tradicional de la mujer, con una política conservadora. La homosexualidad fue criminalizada en 1934. Kollontai, murió en 1952 en Moscú y no pudo impedir estos retrocesos. No obstante, había hecho una contribución enorme al hacer de la liberación de las mujeres y las cuestiones de la sexualidad elementos centrales de la revolución socialista. Por esto, es una inspiración total para las y los revolucionarios de hoy.

Pablo Cholán

1 comentario:

Unknown dijo...

como interpretas vos que ella se niegue a darle asilo a Trotsky en Escandinavia creo que fue siendo ella embajadora y siguiendo las directivas del Kremlin?
Lees en eso un acto de reinvindicacion de los marineros de Kronstadt, siendo su marido segundo un hombre de esa region?

gracias