“El sistema te lo da todo en la boca, somos victimas con babero”.
Culture jamming es un movimiento de resistencia, que surgió en los años 80, por la hegemonía cultural, pero también es la evasión individual de todas las formas de mentalidad de rebaño. Sin definirse como una especifica posición cultural, ni política, principalmente pretende ironizar la naturaleza homogénea de la cultura popular. Como movimiento artístico se caracteriza como una forma de activismo publico contrapuesto al consumismo y los vectores de la imagen corporativa, esta utiliza los mismos métodos que los medios de comunicación de masas, pero con un toque satírico para concientizar y producir comentarios del público en general.
Vivimos en una sociedad marcada por el exceso de velocidad, sumergida en el terror que inhibe el pensamiento, que prohíbe la opinión; una sociedad donde el capitalismo transforma a trabajadores en hordas de consumidores expuestos al mercado; viajes, compras, tarjetas de crédito y la felicidad efímera del Shopping center, son parte del consumo que a pasado a ser el método eficaz para incentivar el trabajo y por lo consiguiente la reproducción de este sistema.
En las clases que concentran las riquezas, ricos y famosos pasan a ser objetos de adoración, y los mas pobres condicionados por los medios de comunicación, incapaces de acceder y solventar los standards del consumo para alcanzar los placeres de una vida “normal”, se retraen haciendo que nada calme el dolor de la inferioridad. A pesar de todo nada nos llena, nada nos sacia, siempre expuesto a nuevas tentaciones y satisfacciones instantáneas.
Para conseguir que los consumidores se replanteen sus hábitos de consumo ante la manipulación que ejerce la publicidad sobre la sociedad y con el fin de denunciar practicas comerciales abusivas y atacar directamente a la forma de vida que promueve la publicidad masiva, como la anorexia, el culto al cuerpo, etc. La contrapublicidad de los culture jammers, se presenta como un espacio de dialogo y lucha contra el consumismo y le capitalismo, en el que tienen cabida escritores, activistas, estudiantes, artistas y demás personas comprometidas.
Ya sea a través del arte, música, las pintas, etc. Los objetivos de los culture jammers son de estimular la interpretación personal y el pensamiento independiente para revivir el sentimiento de asombro y fascinación por el medio que nos rodea, de provocar interés en el combate cívico, de evitar la exclusión social y de demostrar contrastes en la estructura monolítica de poder del gobierno, la corporaciones o las religiones.
“La clave está en la redefinición y reconquista de nuestro entorno, arrancándolo de las manos de las grandes empresas”.
morgana
Culture jamming es un movimiento de resistencia, que surgió en los años 80, por la hegemonía cultural, pero también es la evasión individual de todas las formas de mentalidad de rebaño. Sin definirse como una especifica posición cultural, ni política, principalmente pretende ironizar la naturaleza homogénea de la cultura popular. Como movimiento artístico se caracteriza como una forma de activismo publico contrapuesto al consumismo y los vectores de la imagen corporativa, esta utiliza los mismos métodos que los medios de comunicación de masas, pero con un toque satírico para concientizar y producir comentarios del público en general.
Vivimos en una sociedad marcada por el exceso de velocidad, sumergida en el terror que inhibe el pensamiento, que prohíbe la opinión; una sociedad donde el capitalismo transforma a trabajadores en hordas de consumidores expuestos al mercado; viajes, compras, tarjetas de crédito y la felicidad efímera del Shopping center, son parte del consumo que a pasado a ser el método eficaz para incentivar el trabajo y por lo consiguiente la reproducción de este sistema.
En las clases que concentran las riquezas, ricos y famosos pasan a ser objetos de adoración, y los mas pobres condicionados por los medios de comunicación, incapaces de acceder y solventar los standards del consumo para alcanzar los placeres de una vida “normal”, se retraen haciendo que nada calme el dolor de la inferioridad. A pesar de todo nada nos llena, nada nos sacia, siempre expuesto a nuevas tentaciones y satisfacciones instantáneas.
Para conseguir que los consumidores se replanteen sus hábitos de consumo ante la manipulación que ejerce la publicidad sobre la sociedad y con el fin de denunciar practicas comerciales abusivas y atacar directamente a la forma de vida que promueve la publicidad masiva, como la anorexia, el culto al cuerpo, etc. La contrapublicidad de los culture jammers, se presenta como un espacio de dialogo y lucha contra el consumismo y le capitalismo, en el que tienen cabida escritores, activistas, estudiantes, artistas y demás personas comprometidas.
Ya sea a través del arte, música, las pintas, etc. Los objetivos de los culture jammers son de estimular la interpretación personal y el pensamiento independiente para revivir el sentimiento de asombro y fascinación por el medio que nos rodea, de provocar interés en el combate cívico, de evitar la exclusión social y de demostrar contrastes en la estructura monolítica de poder del gobierno, la corporaciones o las religiones.
“La clave está en la redefinición y reconquista de nuestro entorno, arrancándolo de las manos de las grandes empresas”.
morgana
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