martes, 3 de febrero de 2009

Editorial Febrero


Después de algunos meses de receso reaparecemos con Crítica Abierta. No es fácil mantener una publicación que no tiene publicidad y que se autofinancia. Pero aquí estamos, una vez más.

En el mes de octubre de 2008 presenciamos el estallido de una crisis financiera en la economía norteamericana que por su intensidad tuvo una propagación mundial inmediata. Se pone en crisis el orden económico capitaneado por Estados Unidos implantado en Bretton Woods; caducan los dogmas neoliberales del mercado como fórmula mágica y la satanización de la intervención del Estado en la economía que, contra lo proclamado, nunca se dejó de practicar cuando convenía a los magnates. Crece el número de desocupados, se reduce el consumo de la población y se reduce la demanda de productos importados; los cuales antes nos solicitaban.

Mientras que el Medio Oriente el heroico pueblo Palestino sigue resistiendo una ocupación militar mantenida durante décadas, se les niega su derecho a un Estado. Y cuando estas poblaciones condenadas a vivir en un campo de concentración se rebelan, con piedras o con armas, se les bombardea, se destruyen sus ciudades, se asesina a sus representantes y a sus autoridades en nombre del “derecho de Israel a defenderse” con el cómplice silencio de La Unión Europea y EEUU ya que estos países brindan al país agresor ayuda económica y suministro logístico y militar.


En nuestra patria ya se empieza a sentir los efectos de esa crisis, a pesar de los esfuerzos del gobierno aprista y sus medios de comunicación para ocultarlo. Se reducen los precios de los productos que exportamos. Se reduce su demanda. Los costos de producción superan al precio del producto que paga el mercado mundial. Los negocios de exportación en ciertos rubros, textiles, agro-exportación, otros, van dejando de ser exitosos.

“El sector industrial reducirá sus inversiones en un 36 por ciento frente al 2008. El empleo, la industria, el sector que genera la mayor cantidad de puestos de trabajo en el país, está comenzando a sentir los efectos de la crisis internacional. En el último semestre, se perdieron 60.000 puestos de trabajo en la industria manufacturera” (Datos: Sociedad Nacional de Industria).

“En el sector minero las minas subterráneas que producen minerales de plomo, zinc, plata y cobre han pasado de ser sumamente rentables a perder caja todos los meses en un lapso corto. Minerales de cabeza que rendían más de US$200 por tonelada métrica pasaron a rendir menos de US$50” (Datos: Gerencia de Desarrollo de Negocios de la Compañía Buenaventura)

¿Por qué sucede esto? Porque nuestra economía se ha transnacionalizado. Desde Fujimori hasta este segundo gobierno de García nuestros recursos naturales y nuestras empresas han sido entregadas a las transnacionales, tenemos una economía volcada al mercado externo como lo demuestra el TLC firmado con EEUU y los próximos con Chile, la UE, China, etc.

En este tiempo del capitalismo neoliberal, de hegemonía de la privatización de lo público y de desregulación financiera, la corrupción se ha enseñoreado del mundo. La corrupción es el capitalismo en sí. Esta entrega de nuestra economía solo es posible por el alto grado de inmoralidad que siempre ha existido en nuestra república alentada por el imperio y aceptada por las oligarquías locales. El gobierno de García es el principal corrupto.
Como dice nuestro compañero Raúl Wiener: “En Octubre del 2008 aparecieron denuncias y todos vimos asqueados como la corrupción no tenía límites y que implicaba a los mas importantes funcionarios del régimen, hoy la gran prensa adicta a los regimenes de turno han cambiado el escenario y la investigación sobre el chuponeo telefónico se ha convertido en el centro de la lucha contra la corrupción en el Perú.Pero todos sabemos que existen chuponeadores por que existe una corrupción profunda entre el Estado peruano con las grandes empresas, principalmente las extranjeras.”
El gobierno manejado por el corrupto y genocida Alan García para poder seguir imponiendo su política pro-imperialista antinacional necesita criminalizar la justa protesta popular para destruir a quienes ellos consideran sus enemigos políticos.

Necesitamos derrotar los planes de García y eso sólo será posible si vacamos su gobierno corrupto y se instaura una asamblea constituyente que proceda a reformar nuestra patria. Para eso necesitamos la mas amplia unidad, Es hora de la desobediencia civil y la insurgencia constitucional. Es en ese sentido que la Juventud Malpica reivindica la identidad combativa que se expresó en las jornadas nacionales de lucha del 2007, la fuerza del Paro Nacional del 9 de julio del 2008 que mostraron un pueblo en disposición de lucha.

Marianela Morales

No hay comentarios: