Se cumple un aniversario más del día en que Chile declaró la guerra al Perú, y que le permitió apoderarse de Tarapacá y Arica. La “historia oficial” lo llama Guerra del Pacífico. Ello para ocultar la verdadera causa de la conflagración: el salitre. Durante los años previos, el presidente Manuel Pardo expropió las salitreras de Tarapacá, el proceso estuvo orientado a nacionalizar un recurso natural de extraordinaria renta en el mercado mundial. Chile ganó la guerra, pero el salitre, razón y motivo del conflicto, pasó en su mayor parte a manos de capitalistas británicos. Hoy 130 años después el vecino país continúa con su política expansionista en nuestra patria.
El presidente de la República Alberto Fujimori -en complicidad con su asesor Montesinos, y el jefe del Ejército, Nicolás Hermoza- dio un golpe de Estado cuyas consecuencias fueron la creación de una estructura de poder paralela, la conformación de grupos paramilitares de aniquilamiento, la militarización del Estado, el establecimiento de una legislación antiterrorista en contra de los derechos humanos y el establecimiento de una amplia red de corrupción. Su gobierno significó además la entrega de nuestro país a las empresas transnacionales. Ahora esperamos la debida sanción que le corresponde a este delincuente y genocida.
Más de cuatro meses después del inicio de la toma de la Embajada en una acción valerosa y decidida del Comando Edgar Sánchez del MRTA, efectivos del Ejército montan un asalto asesinando a los comandos que la habían ocupado. Si bien esta acción político-militar, permitió dar a conocer al mundo la existencia de cárceles inhumanas al mismo tiempo fue un revés para los intereses del movimiento popular por que el gobierno del genocida apareció antes los ojos del país como victorioso y pudo continuar su nefasta política neoliberal.
El 1 de mayo tiene sus orígenes en las movilizaciones obreras realizadas en Estados Unidos y Canadá, cuando trabajadores de ambos países se reunieron en Chicago en 1884, para acordar que la jornada laboral sería de 8 horas a partir del 1 de mayo de 1886. Es así la máxima celebración de los trabajadores a nivel mundial. Un día para recordar que los derechos laborales se han ganado a sangre y fuego, y por lo tanto debemos defenderlas desde las calles y desde las organizaciones propias del pueblo. Queremos recordar esta fecha con el concepto de José Carlos Mariategui “El 1° de Mayo es, en todo el mundo, un día de unidad del proletariado revolucionario, una fecha que reúne en un inmenso frente único internacional a todos los trabajadores organizados (...) El 1° de Mayo….es la fecha de todas las Internacionales. Socialistas, comunistas y libertarios de todos los matices se confunden y se mezclan hoy en un solo ejército que marcha hacia la lucha final.”
Pablo cholán
No hay comentarios:
Publicar un comentario