Compañeros/as, hace 20 meses desde esta vitrina “Crítica Abierta”, venimos reclamando la salida de Alan García, continuando con nuestra linea y en la cumbre de la masacre de nuestros hermanos amazónicos los exhortamos a informarse, agruparse y levantarse en apoyo a la lucha, firme, justa, legal e imperecedera del Paro Amazónico. Creemos firmemente que este es el principio de un cambio hacia un espacio de construcción con ideales más igualitarios, humanos, medio ambientalistas y socializando las fuerzas de producción.
Somos testigos de cómo el pueblo desempleado, pobre, muerto de hambre, harto de corrupción y consciente de que este sistema neoliberal vulnera sus derechos más básicos se ha puesto en pie de lucha en múltiples oportunidades los últimos años, y en todas las ocasiones Lima ha volteado el rostro, indiferente; es tiempo de reivindicarnos.
Esta matanza no ha sido propiciada por los indígenas como claman los medios, a su vez que ocultan información, ellos han podido controlar sus fuerzas 56 días, esto ha sido obra del Gobierno, se llama Genocidio y se apellida Alan García, exigimos su salida y la de su camarilla (Gianpietri, Yehude, Araoz, Cabanillas), alentamos la formación de una Asamblea Constituyente, exigimos el alto al estado de emergencia/toque de queda en la Amazonía, el paro a la persecución a los líderes amazónicos y la derogatoria de todos los decretos anticonstitucionales hijos de los TLC.
Nos aunamos al pueblo amazónico bajo el liderazgo de AIDESEP y dentro del Comité de Solidaridad a la Lucha Amazónica en la noble y justa causa de preservar la naturaleza y todas sus formas de vida.
¡ABAJO GARCÍA, ENTREGUISTA Y GENOCIDA!
¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO AMAZÓNICO!
¡ASAMBLEA CONSTITUYENTE YA!
Juventud Malpica
Lima, 6 de junio del 2009.
Somos jóvenes socialistas organizados trabajando y planteando alternativas a través del arte y el ejercicio político al modelo neoliberal occidentalizado en el que vive el ser humano, pertenecemos a la creciente masa de organizaciónes políticas y sociales, que trabajan conjunta o separadamente para alzar la voz de denuncia contra las injusticias en la que se ve envuelta nuestra nación: la cultura comprada y por lo tanto la ignorancia, la dominación y la discriminación de género, de raza y de identidad sexual, la corrupción y la pobreza, la privatización de los recursos y la contaminación ambiental, la oligarquia y la represión/criminalización de la protesta e ideas diferentes, la inversión extranjera sin regulación por el estado y el trabajo mal remunerado, la prensa vendida y la desinformación política en los jóvenes, lo que queremos desde nuestro papel de ciudadanos articulados es transformar la realidad.
No estamos de acuerdo con el concepto de “desarrollo” que nos inculca nuestro sistema, bajo el cual deslomamos horas, días y vidas en busca de conseguir un mejor status social que impone el individualismo y el consumismo como valores, fortaleciendo al mismo tiempo las desigualdades y que principalmente nos aleja de nuestro contacto con lo natural; en este sentido reivindicamos la multiculturalidad de las etnias, ideas y lenguas, el conocimiento andino, amazónico y afro-peruano, pero también de otras culturas milenarias, que sitúan al ser humano en un rol comunal y cósmico donde se busca la preservación de la vida en todas sus formas. Que la tierra es una con nosotros, que tenemos igualdad de derechos y nos pertenecemos a la lucha de mejorar nuestro habitat y revolucionar esta economía de mercado con regimenes capitastas pro-imperialistas, ahora neoliberales, engendradores de TLC, impuestos y sostenidos por dueños de empresas transnacionales sin bandera o moral alguna, que dirigen desde hace bastante tiempo a la extinción de las especies, incluyéndonos.
Nuestra lucha y resistencia principalmente gira en torno de la educación y la cultura. Desde el arte podemos decir que en la gama de subculturas urbanas, el hip-hop y sus seis elementos (rap, break dance, grafitti, dj, conocimiento y autogestión) son nuestra herramienta más fuerte; aunque siempre estamos en contacto y cotidiana alimentación con otras prácticas y agrupaciones en diferentes rubros del arte, buscando forjar conjuntamente con ellos un movimiento político-cultural por la gran transformación de nuestra patria. La propuesta es un arte crítico deselitizado que fomente la conciencia social, que absorba, y se sensibilice con el entorno de las luchas populares.
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