viernes, 10 de abril de 2009

Alan, y tu plan donde está?


"El papel de los movimientos sociales emergentes en todo el mundo es la promoción de la democracia"- NOAM CHOMSKY

“La crisis avanza” debería ser el nuevo slogan del gobierno que pretende ignorar la inminente caída del sistema basado en el antropocentrismo dictatorial consumista sobre los derechos de la tierra y el resto de habitantes en ella.  Mientras el mundo entra en una carrera lunática por conservar recursos y fomentar la producción interna, una mano invisible va borrando embajadas y consulados, reduciendo trabajadores y áreas por empresa, apagando inversiones como luces, cerrando caños como fronteras.  “De esta no se escapa nadie” dijeron por ahí, y todos corrieron a esconderse, hasta el Fondo Monetario Internacional cuyo presidente aconseja con urgencia, doblar la guardia, porque la crisis puede “causar disturbios que amenacen la democracia”, es obvio que el tio Sam está debajo de la cama abrazado a su Smith and Wesson, esperando que no le disparen en el corazón de la inflación con una imitación asiática de su propia arma.  Aunque es poco probable que EE.UU pierda su status de líder hegemónico debido a su armamento bélico, esto diversificaría el poder entre la Unión Europea, China e India.

Si hace 20 años éramos un pueblo y una patria luchadora, símbolo de resistencia en Latinoamérica, a donde llegaban militantes de todo el mundo a formarse en su labor política; hoy, nos situamos como el nuevo y mejorado país modelo del sistema neoliberal. Pero por qué ese seguidismo a las políticas norteamericanas cuando estas mismas traicionan sus principios?Desde la legalidad de un TLC se nos reclama la ausencia del estado o la parcializada resolución de un estado obsoleto y corrupto, la casi completa desaparición en la regulación de los servicios públicos, para entregarlo todo a manos de la empresa privada primordialmente extranjera. ¿Pero no es Estados Unidos hoy, el super héroe del pobre y venido a menos sector financiero que se ahoga en un mar de créditos, hipotecas y dinero imaginario? 700 mil millones ¿No vende  bonos a China siendo esta su principal enemiga por la hegemonía del consumo? ¿Y nosotros, dónde vamos a ubicar los miles de egresados de universidades e institutos, a quienes se le inculcó teorías erróneas de producción y de mercado?

El cuento del crecimiento es un mero juego de cifras resumidas al proceso aislado de la nación, sin ninguna comparación con el proceso económico latinoamericano, menos mundial, sin embargo hay cambios en los países vecinos como Bolivia, donde el pueblo de Evo logra hacerse de una constitución verdaderamente soberana, la mejor estrategia de prevención contra TLC y proyecciones imperialistas. Un poco más arriba, Correa en Ecuador toma cuatro medidas básicas, el diálogo con los empresarios nacionales, el plan retorno para garantizar estabilidad laboral a todos los migrantes indocumentados,  aranceles altos y el final de la importación de ciertos productos, y finalmente el incremento del 20% en campañas de beneficio social. Venezuela con un plan que reduce el presupuesto nacional al 6% sin tocar el factor social, estos cambios son palpables, se muestran en el crecimiento sólido de la economía interna, en la equidad por la repartición de los capitales y en la revaloración de la educación y los derechos humanos básicos de subsistencia. Estos países tienen un plan, una agenda, una proyección que permite estabilizar medianamente la economía.

En cambio en Perú, cada vez estamos más seguros de que ya nada nos pertenece: agua, tierras, minerales, empresas, justicia, libertad, todo a cambio de la liberación financiera, han vaciado la casa en una gran venta de garaje al estilo americano.  Es una labor para la organizaciones de izquierda, conjuntamente con los movimientos sociales quienes han sido la resistencia más presente la última década, exigir un plan de contención a la crisis, el ejemplo está dado. Ya son 500 años de explotación sin descanso, hoyo tras hoyo, cerros, ríos, bosques, valles succionados hasta lo último de su capacidad.  La crisis no solamente afecta el bolsillo y la olla, en realidad es una crisis cultural de fundamentalismo en la doctrina del libre mercado nos dice que hemos superado nuestro límite, que volteemos a mirar para replantearnos el concepto de progreso y desarrollo,  si es necesario retroceder a una concepción en donde valoremos tanto nuestras necesidades como en el entorno que las satisface.

pedromo

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