jueves, 13 de marzo de 2008

Eligiendo al presidente más podero del mundo


En noviembre del presente año, en sólo ocho meses, se estará eligiendo al próximo presidente de los Estados Unidos de América. Finalmente, después de dos periodos consecutivos (2001 – 2005, 2005 - 2009), en enero del 2009, George Bush dejará de ser presidente. Esa sola noticia ya es digna de celebración. Sin embargo quizás aún sea muy temprano para festejar, pues, aunque cueste imaginarlo, el cambio podría no ser para mejor. La política exterior desarrollada durante los ocho años de gobierno de Bush ha tenido efectos sumamente negativos en el mundo. Basta mencionar algunos hechos clave para demostrarlo. En el 2001 las fuerzas armadas norteamericanas invadieron Afganistán aduciendo estar tras el líder del Al Qaeda. Casi siete años después, la guerra continúa, Afganistán se encuentra sumergido en el caos y la violencia, y Bin Laden libre.

En Irak la invasión se dio en el 2003, en esa ocasión la justificación fue la supuesta posesión de armas de destrucción masiva por parte del gobierno de Hussein. Luego, el congreso norteamericano reconocería que tales armas no existían. Pero, muy convenientemente, llegaron a esa conclusión demasiado tarde; para ese momento, Irak, al igual que Afganistán, ya se encontraba en una situación de crisis extrema.

Actualmente, se discute la posibilidad de una invasión norteamericana a Irán, esta vez el motivo sería un supuesto plan iraní de desarrollar una bomba nuclear. Mientras tanto, los Estados Unidos sigue apoyando a Israel, entregándole armas en grandes cantidades, en su guerra contra Palestina, en la cual en sólo la última semana ha muerto más de un centenar de personas.

Pero la tensión no sólo ha escalado en el Medio Oriente y Asia central, en el último año las contradicciones entre el gobierno norteamericano y los gobiernos chino y ruso han tomado un nivel realmente preocupante. Incluso, hay quienes se preguntan si no estaremos camino a una tercera guerra mundial. Mientras el mundo se estremece bajo las consecuencias de la destructiva política exterior de Bush, los ciudadanos norteamericanos se preparan para elegir a su sucesor. Tres son los candidatos que aún se mantienen en pie a estas alturas de la campaña electoral: John McCain, Hillary Clinton y Barack Obama.

En lo que se refiere a política exterior los candidatos se perfilan de la manera siguiente:

- Irak - McCain no sólo apoyó la invasión desde el inicio, sino que además está en contra de retirar las tropas norteamericanas de Irak. Como senadores, Clinton votó a favor de la invasión a Irak y Obama votó en contra. Clinton dice que fue un error haber votado a favor. Obama se mantiene en su posición de rechazo.

- Irán – En el caso de Irán las diferencias entre las posiciones de los candidatos no son tan acentuadas. Sin embargo, es claro que Obama es quien plantea de forma más abierta la opción de entablar un diálogo con Ahmadinejad (presidente de Irán). Pero tampoco descarta del todo la opción militar. Clinton, aunque también platea la posibilidad de una salida diplomática, tiene un discurso bastante más duro contra Irán que el de Obama. McCain tiene una posición similar a la de Clinton.

- Latinoamérica – Las posiciones en este caso si son bastante contrapuestas. Mientras que McCain expresa un abierto rechazo a los gobiernos latinoamericanos de izquierda como los de Chávez (Venezuela) y Morales (Bolivia), y Clinton, critica a Bush por ser excesivamente complaciente con estos gobiernos latinoamericanos de izquierda; Obama, aunque no ha tenido una posición tan definida frente a Latinoamérica, se ha mostrado más abierto al diálogo con los gobiernos de Venezuela y Cuba.

Sólo dos de estos candidatos llegaran a la contienda electoral, uno por el partido Republicano (McCain) y uno por el partido Demócrata (Clinton u Obama). En el caso del partido Demócrata aún está por definirse cuál de los dos candidatos se presentará. Obama lleva la ventaja hasta el momento, pero esta no es tan grande.

Podemos concluir que McCain y Clinton continuarían groso modo en la misma línea de Bush, y que en el caso de Obama hay alguna posibilidad de que tome una postura más sensata. En todo caso, en estas elecciones los ciudadanos norteamericanos estarán eligiendo no solamente al próximo presidente de su país, sino también al gobernante más poderoso del mundo. La elección que hagan no sólo determinará el futuro de los norteamericanos sino también el de todos los habitantes del planeta.

Por Livia Letts

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