A propósito de sus reclamos a la prensa.
García nuevamente aparece enfrentando a la prensa, reclamándole “objetividad”, que resalten las obras de su gobierno y que no vaya detrás de los chismes de la política. Algún desavisado podría pensar que García tiene a la prensa peruana en contra, que tiene una prensa crítica, que diarios, revistas, televisión y radio, son parte de la oposición al gobierno. Y la verdad es que si antes Montesinos y Fujimori necesitaban entregar bolsas de papel llenas de dólares a los dueños de los canales y a los dueños de los periódicos, para recibir su respaldo, hoy, los mismos medios apoyan casi unánimemente a García sin bolsas de papel de por medio, sin oficinitas del SIN y sin filmaciones –bueno, hasta donde sabemos-.
Y, entonces, a qué viene la demanda de García?, es que les habla a los periodistas que los dueños de los canales mandan a cubrir lo que estos dueños quieren? Es que alguien puede pensar que el reclamo es a los que deciden las comisiones de los reporteros? O siquiera a los jefes de redacción de los diarios, o noticieros, o programas políticos?, el reclamo es a los directores? Si la prensa en nuestro país fuera independiente, y los reporteros, redactores, jefes de redacción, directores, tuvieran libertad de criterio, bueno, se podría creer que es a ellos a quienes les reclama García.
Pero en el país, los medios no son más que una extensión de los negocios de los dueños de esos medios, éstos no son sino un apéndice en una trama comercial manejada por los empresarios entregados al neoliberalismo y urgidos de impulsar la sujeción a los monopolios transnacionales para ver si se pueden ganar algo, en medio de la pachanga comercial en la que se ha vuelto el gobierno de García. El reclamo de García es entonces a ellos, justo luego que la resurrecta y cada vez menos natural candidata del PPC, Lourdes Flores, ha salido a decir que García no sabe gobernar y los medios han tenido la “osadía” de colocar estas declaraciones en primera plana.
El pedido a gritos de García es a esa derecha, les está diciendo: “juéguense más a mi gobierno, no quiero fisuras, ciérrenle la boca a la Flores, somos uno sólo, vamos juntos a las próximas elecciones, o quieren que nos pasé lo del 2006, que ganamos asustados, con fraude y Ollanta respirándonos en la nuca”. Y es que de todos los caciques que ha tenido la derecha, García ha resultado el que más luces muestra respecto a la unidad necesaria para enfrentar la marea popular que se empieza a expresar por todos lados. Ya mandó a Mulder a decir que podrían apoyar a Castañeda.
García sabe que una cosa es perder con Toledo (2001) y otra perder con Ollanta. Para lo primero, el tema es solamente paciencia y esperar cinco años; para lo segundo el asunto es más complicado, es perder el control del gobierno, probablemente del legislativo, y dejar abierto el camino para que población organizada, aliada de un gobierno de carácter popular, transformen el país, lo pongan de cabeza y hagan que las relaciones de poder cambien para favorecer a la población que hoy se encuentra excluida.
Se desespera García y le dice a Pedro, pero para que escuche Juan. Les grita a los periodistas para que oiga la derecha entera: “levanten mi gobierno, que es su gobierno, que es el gobierno de la derecha, que vamos juntos el 2006”. Pero la derecha aún anda entretenida en contar las ganancias de la última quincena y en planificar su fin de semana en Asia.
Por Augusto Malpartida
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