(Comenzando con esas palabras, en 1791, Olympe de Gouges escribió la
“Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”, fue guillotinada en1793.)
La dominación social que llamamos patriarcado ha tenido y tiene como principal y máxima perjudicada a la mujer, aunque debemos tener en cuenta que las víctimas de este modelo somos toda la humanidad: hombres y mujeres, a niveles disparejos, claro está; del mismo modo son desiguales entre regiones, como también dentro de cada país, la ciudad y el campo, o entre las diferentes clases sociales. Desde la década de los 80`s la medida de actividad y el salario de la mujer comenzó a aumentar en todo el mundo, estas tendencias se acompañaron con progresos en las tasas de escolarización y alfabetización, contribuyendo a estrechar la brecha con respecto al cuadro masculino. En el marco de esta evolución y de la creciente urbanización el uso de anticonceptivos aumenta, el matrimonio se pospone, los índices de fecundidad disminuyen, reflejando así el resultado de las muchas luchas sociales, aunque este siga siendo incompleto y cuestionable.
Situación actual de la mujer en Perú:
Si bien el gobierno y sus representantes divulgan lo excelente que se encuentra nuestra economía, el afán del neoliberalismo ha profundizado la pobreza y desocupación en nuestro país: 44 % de mujeres viven en pobreza y 18 % en pobreza extrema, 8 de cada 10 analfabetos son mujeres, 165 mil estudiantes son madres o están embarazadas, 2 mujeres son víctimas de violación sexual cada hora, 18.000 al año, 9 mujeres son víctimas de violencia familiar cada hora, 8 mujeres mueren mensualmente en manos de sus parejas. Esta es la realidad femenina del Perú que no queremos ver, y que la peruana vive cotidianamente sometida a una doble opresión, la del sistema explotador y por otro lado, la marital doméstica que la denigra y embrutece.
Es en las zonas rurales donde la pobreza tiene efectos devastadores la desnutrición, la violencia familiar, la carencia de educación y la absoluta falta de asistencia médica hacen de la población femenina la más afectada, anula su participación política y le exige mayores cargas de responsabilidad. Ella cumple paralelamente con sus roles de manejo comunitario, productivo y reproductivo, pero, inclusive dentro de la agricultura su labor aunque vital, es ampliamente subestimada: es generalmente conocida como una de las tantas trabajadoras familiares no remuneradas.
Llamando la atención sobre la amenaza cada vez mayor de la globalización económica y la extracción masiva de recursos naturales Tarcila Rivera Zea, Directora de la ONG Centro de Culturas Indígenas del Perú, Chirapaq prioriza para la agenda feminista la justicia de género, la autodeterminación y la soberanía, junto con el derecho a los territorios ancestrales, a la propiedad intelectual y la identidad cultural. En muchas comunidades rurales las mujeres indígenas de base sienten temor a ser identificadas con el feminismo, ya que este es visto como algo negativo, se especula quieran imponerse y superar al género masculino; temiendo ser excluidas y perjudicadas, muchas de ellas todavía no tienen voz, siguen luchando por derechos humanos básicos y son menospreciadas en su triple condición de mujeres, indígenas y en estado de pobreza.
Para un desarrollo sostenible de la sociedad, es indispensable lograr el total reconocimiento de los diferentes sectores poblacionales, rurales e indígenas; para ello, se deben crear políticas públicas que promuevan condiciones de igualdad de género, que permitan a ambos sexos el desarrollo de sus habilidades y que aumenten los niveles de competitividad y eficiencia en la administración de sus recursos.
Este es un profundo reconocimiento al papel heroico de las mujeres obreras, campesinas, trabajadoras, estudiantes, amas de casa e hijas; mujeres que cumplen toda esa ejemplar labor de manera anónima y en especial a las mujeres que abren brecha y roturan camino junto al pueblo, en pro de la emancipación de la mujer que solo será real y efectiva con la emancipación del proletariado y del pueblo, recuperando así los viejos ideales ilustrados de Libertad, Igualdad, Fraternidad para posibilitar su pleno desarrollo efectivo para toda la humanidad, porque mientras exista explotación en el mundo existirá la doble opresión de la mujer.
Por sara morgana
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