miércoles, 1 de julio de 2009

Estaba todo arreglado


Sólo la suspensión de siete nacionalistas impidió alcanzar los 61 votos reglamentarios, pero técnicamente el equipo ministerial ya recibió el repudio popular.

Aunque la censura contra el jefe del gabinete, Yehude Simon, y la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, no superó la valla de los 61 votos reglamentarios en el Congreso, las diversas fuerzas ajenas al Ejecutivo demostraron ayer que el equipo ministerial ya ha sido censurado por el pueblo por su ineficiencia, como lo demuestran las últimas encuestas, en las que la gran mayoría los responsabiliza por los cruentos hechos de Bagua que costaron las vidas de más de 30 policías y nativos. 

La merma de ocho congresistas del nacionalismo, siete expulsados por la mesa directiva y una, la accesitaria Nena Escalante, cuya incorporación impide la mayoría, inclinó finalmente las matemáticas contra la censura pedida por la oposición. “Técnicamente, el gabinete ha sido censurado”, señaló sin embargo el congresista de Alianza Parlamentaria, Víctor Andrés García Belaunde, al término de la votación, para hacer notar que, con esos votos nacionalistas, la censura hubiera sido un hecho. 

Durante la votación, las curules de los congresistas nacionalistas expulsados fueron ocupadas por gigantografías con sus respectivas imágenes, como expresión de su presencia moral en el hemiciclo. El presidente del Congreso, Javier Velásquez Quesquén, furioso, ordenó al personal de seguridad retirar las fotografías, recibiendo el rechazo de los congresistas presentes. 

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