El premier Javier Velásquez reiteró ayer que él, como demócrata, no podría sentarse con gente que pide adelanto de elecciones, la vacancia presidencial, la derogatoria de una ley o apela a medidas de fuerza para lograr sus objetivos.
El político aprista puso así límites a las mesas de diálogo pendientes con los nativos amazónicos, y los frentes regionales de Andahuaylas, Canchis y Chumbivilcas, tiene en agenda las demandas populares de derogar diversos decretos y leyes de corte neoliberal.
En declaraciones a un canal de televisión, Velásquez insistió en poner freno a las protestas sociales a través de la mano dura, al decir que no hay incompatibilidad entre dialogar y mantener el orden y el principio de autoridad. Sostuvo, como lo repiten insistentemente los ministros Rafael Rey y Aurelio Pastor, que la ciudadanía exige al gobierno el mantenimiento del orden y el respeto por la autoridad.
A su vez, el nuevo director general de la Policía Nacional del Perú, general Miguel Hidalgo, señaló que dará fiel cumplimiento a los planteamientos del gobierno y pondrá orden donde haya que ponerlo, porque, dijo, las normas deben cumplirse.
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